Existen soluciones para accesibilidad que podemos implementar en nuestra comunidad o domicilio para asegurarnos que el traslado vertical de personas con discapacidad pueda realizarse de forma efectiva y segura. Hablamos de los ascensores para minusválidos, o también conocidos como elevadores verticales que, aunque no son realmente sinónimos, sí que son popularmente designados indistintamente, aunque veremos a lo largo del artículo las diferencias entre los mismos.
¿Qué son los elevadores verticales orientados a discapacidad?
Los elevadores verticales para personas con discapacidad son soluciones que permiten mejorar la accesibilidad de acceso a edificios a la vez que se garantiza un desplazamiento vertical completamente seguro.
En los últimos años, gracias a los avances tecnológicos en el área de la accesibilidad, se han desarrollado productos mejorados encaminados a hacer mucho más sencilla la vida de las personas con discapacidad, eliminando el obstáculo que suponen las barreras arquitectónicas y mejorando su bienestar.
En función de la dolencia del usuario, existen diferentes soluciones adaptadas, siendo los elevadores verticales la solución acertada para todo tipo de discapacidades físicas, especialmente para los usuarios que requieran del uso de ruedas para su desplazamiento, ya sea por padecimiento de una enfermedad crónica que afecte a su movilidad funcional o bien por patología de carácter transitorio.
Estos elevadores verticales llegan hasta los 15 metros en sus desplazamientos verticales, actuando en definitiva como un ascensor para personas con discapacidad.
Presentan una ventaja adicional, pues permiten el transporte y carga de objetos, con lo que puede ser una opción muy versátil y práctica en edificios públicos o comunitarios.
Elevadores verticales para personas con discapacidad
Existen diversos modelos de elevadores verticales atendiendo a diferentes criterios.
El primero de ellos se centra en la altura que tiene que salvar el ascensor, encontrando elevadores verticales para pequeñas alturas de hasta 3 metros, o bien de grandes alturas, pudiendo estos llegar a realizar desplazamientos verticales de hasta 15 metros. Todos estos modelos se pueden instalar tanto en viviendas unifamiliares como en viviendas comunitarias, a la vez que en edificios de carácter público como administraciones, instituciones, asociaciones, museos, etc.
Así mismo, también encontramos diferentes modelos de ascensores para minusválidos en función del lugar donde se vayan a instalar, distinguiendo así modelos para su uso exterior, como en los accesos a las edificaciones, como de uso interior. En este sentido, existen diferentes modelos de acabados y estéticas personalizadas, mezclando metal y cristal para un resultado elegante y práctico.
Por otro lado, también encontramos elevadores verticales diferentes en función de la necesidad de obra. Así existen ascensores de este tipo que pueden instalarse sin que exista hueco de obra, mientras que otros pueden instalarse sobre este espacio en el caso de existir.
En No más escaleras disponemos de dos modelos diferentes de elevadores verticales, Elevador vertical Ecovimec y el Elevador vertical Tecnivalles.
Elevador vertical Ecovimec
Elevador eléctrico ideal que se integra en el hueco con completa facilidad, sin necesidad de un cuarto de máquinas que accione su movimiento.
Elevador vertical Tecnivalles
Este elevador hidráulico, al igual que el modelo anterior, es también ideal para entornos domésticos, sirviendo de ascensor privado a los ocupantes del domicilio y facilitando especialmente el desplazamiento a personas con discapacidad.
¿Por qué el elevador vertical no es un ascensor propiamente dicho?
Aunque el elevador vertical y el ascensor son similares en cuanto al aspecto visual y su funcionalidad de transporte vertical de personas, existen varias diferencias que merecen ser tenidas en cuenta:
El elevador vertical para discapacitados no requiere de instalación a través de obra de gran envergadura, como puede suponer un ascensor, ya que existen modelos de sencilla y fácil instalación de la que no se requiere de trabajos de albañilería.
Por otro lado, los ascensores de carácter general son capaces de realizar desplazamientos de mayor altura, mientras que los elevadores verticales para discapacidad únicamente pueden llegar hasta los 15 metros en altura.
Además, los elevadores de pequeña altura no se parecen tanto a la caracterización, pues son más abiertos en lugar de disponer del típico cerramiento en caja que definen a los ascensores. Son los que cubren mayor distancia los que visualmente son más parecidos a los ascensores.
Sin embargo, y pese a estas pequeñas diferencias, lo cierto es que en el lenguaje coloquial se suele llamar a estos elevadores verticales como «ascensores para minusválidos«, ya que debido a que prácticamente están destinados a cubrir el mismo objetivo, como es el de transportar de forma segura a personas, pero con algunas pequeñas salvedades que hemos mencionado.